Una aproximación para su comprensión en la infancia.

Con el acceso a la información digital, la sociedad ha ganado en criterios, para identificar las manifestaciones conductuales más comunes, que forman parte del cuadro clínico del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), al punto de rayar en la cotidianeidad.

La realidad indica que, ¨no todo lo que parece…tiene que ser¨, se tiene certeza que en los últimos tiempos, en el gremio de los Psicólogos, Neurólogos y Paidopsiquiatras, se tiende a abusar del diagnóstico de TDAH; la cuestión radica en la complejidad de las manifestaciones clínicas que usualmente tienden a la confusión.

La característica principal del TDAH es un patrón persistente de inatención y/o hiperactividadimpulsividad que interfiere con el funcionamiento habitual o el desarrollo eficiente del niño o niña. 

Si bien estos signos son capitales a la hora de definir el diagnóstico, se debe considerar que el TDAH, es un trastorno del desarrollo neurológico, y por tanto existen una serie de causas que actúan como predictores en su aparición.

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Primeramente, tener en cuenta los factores genéticos y fisiológicos; la heredabilidad es frecuente en niños y niñas, cuyos familiares biológicos de primer grado padecieron de la misma condición. 

Los factores ambientales como el bajo peso al nacer, multiplica el riesgo de TDAH; también se han visto la correlación con el tabaquismo, el consumo de alcohol y drogas durante el embarazo, además del maltrato infantil en etapas tempranas.

El escenario revela, que para poder hablar de TDAH, no basta con aludir a las manifestaciones conductuales que un niño o niña puedan llegar a presentar, sino, se debe analizar los componentes asociados a la estructuración y maduración cerebral.

Muchos infantes que presentan síntomas similares a los descritos en el cuadro clínico del TDAH, no son candidatos a ubicarlos en esta condición.

Con frecuencia la presencia de estos comportamientos disruptivos, están motivados por la insatisfacción de necesidades afectivas que son básicas en el niño o niña, y puede estar asociadas la acción de contextos de socialización conflictivos y situaciones familiares disfuncionales.

Entonces, se hace indispensable entender  cómo se siente, qué piensa, qué ocurre en su contexto familiar o escolar, así como la calidad de sus relaciones con los otros.

Finamente no me queda más que convidarle a que recuerde…”No hay niños difíciles…lo difícil es ser un niño en un mundo de gente cansada, ocupada, sin paciencia y con prisa.”   

Escrito por: MsC. Oscar Luis Morales Maimó.

Coordinador Unidad de Servicios Especializados.