Ante estas situaciones descritas, es importante que los padres y las madres se cuestionen, piensen y revisen lo que están haciendo para que sus hijos o hijas mientan, ya que cada una de estas razones confronta el papel que desempeña, por lo que se recomienda que cuando mientan los niños y niñas antes de actuar impulsivamente con un regaño, un castigo o con el establecimiento de una consecuencia severa, hay que tomar un espacio, respirar y analizar nuestras conductas, porque nos están ofreciendo un medio para crecer y mejorar.
Recuerda que, si las mentiras se presentan, las puedes aprovechar también como una oportunidad educativa, ya que, a través de este episodio, le puedes enseñar que lo más importante es la sinceridad, la honestidad y los sentimientos que esto genera, además puedes entablar un ambiente de diálogo y confianza, puedes enseñarles entre lo real y lo fantasioso, instruir en valores y sobre todo hablar de la importancia de asumir responsabilidades.