Las mentiras en los niños y las niñas no se dan de manera consciente o con la intención de dañar a otra persona, las razones pueden ser tan sencillas que, si las descubrimos podemos remediar la situación de manera inmediata y sobre todo realizar algunos cambios que puedan apoyarlos. 

Las causas son tan parecidas a cuando los adultos mienten, entre las principales encontramos las siguientes:

1) Miente porque quiere protegerse de alguna consecuencia severa. Si has indicado alguna tarea y le diste tiempo para realizarla y no lo hizo, es probable que mienta para no asumir la consecuencia de no haberla hecho. Te recomendamos que revises si no estás siendo demasiado severo en las consecuencias que regularmente estableces ante sus omisiones o ante sus comportamientos inadecuados, ya que esto puede ser una de las causas principales que esté generando que tu hijo o hija no diga la verdad.

2) Miente porque no cumplió con tus expectativas y él lo sabe perfectamente. A veces establecemos expectativas muy altas hacia nuestros hijos, te recomendamos que revises el nivel de exigencia que tienes para con ellos o ellas y compáralas con sus habilidades, lo importante es que permitas que sus habilidades y destrezas se desarrollen de acuerdo a su etapa, apóyalos y acompáñalos en sus procesos de maduración permitiendo que sean ellos quienes marquen el ritmo de aprendizaje.

3) Miente ya que siente y piensa que no estás dispuesto/a al diálogo.

Tal vez tu comportamiento ante situaciones difíciles no ha sido de tolerancia y diálogo y ellos lo han observado, por lo que tienen miedo a afrontar y aceptar ante ti, que incurrieron en una mentira.

4) Siente que no cuenta con tu apoyo para enfrentar una situación difícil. Probablemente no has transmitido en tu hijo o hija la confianza que se requiere para que pueda afrontar una situación difícil por lo que aparentemente para él o ella es “fácil” mentir, sin considerar lo que esto le generará a nivel emocional.

5) Miente simplemente porque le da flojera realizar una responsabilidad que indicaste. Es muy usual que el niño/a prefiere estar en actividades que son satisfactorias que en aquellas que le cuesta trabajo ejecutar sobre todo si sus habilidades son aún limitadas para llevarlas a cabo, por lo que prefiere enfocarse en aquello que le cause placer y gratificación.

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6) Tal vez sea porque la actividad le cuesta trabajo y esfuerzo realizarla solo. Ya que aún no están preparados, madurativamente hablando, para desarrollar la tarea o la actividad por lo que sería recomendable que cuando identifiques una situación como estas, puedas acompañarlo durante el desarrollo del trabajo o actividad para darle oportunidad de fortalecer sus habilidades personales.

Ante estas situaciones descritas, es importante que los padres y las madres se cuestionen, piensen y revisen lo que están haciendo para que sus hijos o hijas mientan,  ya que cada una de estas razones confronta el papel que desempeña, por lo que se recomienda que cuando mientan los niños y niñas antes de actuar impulsivamente con un regaño, un castigo o con el establecimiento de una consecuencia severa, hay que tomar un espacio, respirar y analizar nuestras conductas, porque nos están ofreciendo un medio para crecer y mejorar.

Recuerda que, si las mentiras se presentan, las puedes aprovechar también como una oportunidad educativa, ya que, a través de este episodio, le puedes enseñar que lo más importante es la sinceridad, la honestidad y los sentimientos que esto genera, además puedes entablar un ambiente de diálogo y confianza, puedes enseñarles entre lo real y lo fantasioso, instruir en valores y sobre todo hablar de la importancia de asumir responsabilidades.

Escrito por: Mtra. Santa Imelda Castro Hernández. — Directora Operativa, Ciudad de los niños Tijuana.