Al ingresar los niños al primer grado escolar se espera de ellos que puedan aprender a leer y escribir con facilidad, sin embargo, no en todos los casos este proceso se desarrolla de manera fluida y sin dificultades.

Los niños y las niñas deben contar con ciertas características y habilidades que debieron haber desarrollado dentro del contexto familiar y dentro del grado escolar que les antecedió, en este caso el grado de preescolar.

Dentro del contexto familiar es importante que hayan adquirido un lenguaje oral, consolidado un vocabulario básico, que hayan tenido contacto previo con la lectura y que este contacto haya sido placentero, asimismo, se hace necesario que hayan tenido un desarrollo infantil que les permitiera explorar, jugar y a través de este juego consolidar movimientos motores gruesos y finos como saltar, trepar, rodar, subir, bajar o trotar.

Otro factor es que ya hayan estado en contacto con la lectura de calidad y afectuosa, por parte de los padres, a través de la narración de cuentos o historietas.

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Ahora bien, el preescolar sienta las bases necesarias para que el proceso de lecto-escritura se desarrolle en un futuro de manera fluida y placentera, por lo que se hace fundamental que los niños continúen perfeccionando sus movimientos motores gruesos pero ahora de manera dirigida y planeada académicamente, se inicia con la estimulación de habilidades cognoscitivas como  la atención, concentración, memoria, comprensión, percepción visual y razonamiento a través de actividades que estimulen la motivación y el interés innato de los niños de esta edad escolar.

Estas son algunas recomendaciones de actividades que contribuirán al desarrollo de habilidades de aprendizaje:

Por otro lado es fundamental que el contexto escolar brinde la tranquilidad y la seguridad que los niños y las niñas requieren para facilitar este aprendizaje, que ante equivocaciones el profesor desempeñe un papel de soporte emocional, que esté dispuesto a escuchar, a empatizar con los sentimientos del niño, que muestre interés ante los avances y retrocesos que se puedan presentar en la adquisición del aprendizaje, evitar realizar juicios inmediatos ante estas dificultades, que esté dispuesto a reformular la enseñanza y adaptarla a las necesidades educativas de cada  alumno.

Solo así contaremos con las mayores condiciones para lograr el cuidado del área emocional de nuestros niños y niñas; por lo que como padres de familia nos toca supervisar que nuestros hijos se encuentren ubicados en el contexto escolar adecuado para que logren desarrollar sus habilidades de aprendizaje y esto lo lleve a la adquisición de la lecto-escritura como una experiencia agradable.











Escrito por:

Mtra. Santa Imelda Castro Hernández, Directora Operativa, Ciudad de los niños Tijuana.